lunes, 17 de junio de 2013

Aceite de Caléndula

Con la primavera y el verano llegan las flores en abundancia y además de disfrutar de los colores también podemos hacer algunos aceites para añadir a nuestra botica casera. El aceite de Caléndula es muy valorado por sus propiedades terapeuticas.

 No sé si os habréis dado cuenta de que al tocar la planta de la caléndula se nos quedan las manos un poco pegajosas... esa es una de sus cualidades ya que es una tremenda cicatrizante ( ver una de las entradas anteriores sobre crema de caléndula ) y lo tenemos combrobado con las pequeñas heridas y hasta con las arrugas!!! en cualquier caso siempre hay que tener la precaución de probar el efecto que tiene en nuestra piel con pequeñas cantidades para saber si somos compatibles con la planta o no. No suele pasar que haya reacciones pero no tod@s somos iguales ni tenemos los mismos metabolismos....

Hoy trataremos de hacer aceite de Caléndula y es muy, pero que muy fácil...... Los ingrdientes son:
  • aceite de oliva o aceite de almendras dulces
  • flores de caléndulas
  • un frasco de cristal
  • un poco de sol







Para recolectar las flores elegiremos un día soleado y seco para evitar llevarnos humedades de más. Llenaremos un frasco de flores y las cubriremos totalmente con aceite. Es conveniente que no quede ninguna sin cubrir para evitar que se estropeen. Lo cerramos y lo ponemos al sol durante al menos 30 días. Lo agitamos de vez en cuando y pasado ese tiempo lo filtramos y lo pasamos a un frasco oscuro al abrigo de la luz.




  La elección del tipo de aceite base depende un poco de vuestras preferencias y también de lo sensible que sea vuetra piel. Si elegis aceite de oliva procurar que no tenga mucho olor. Personalmente nosotros nos decantamos por el aceite de almendras dulces ya que también cuenta con una serie de propiedades beneficiosas para la piel, hidratantes y suavizantes entre otras.

Si lo vais a usar en un tiempo corto podéis dejarlo en un frasquito como el de la foto pero lo ideal es que lo mantengáis en un fraco de cristal oscuro. No hagáis mucha cantidad, aquella que vayáis a usar en el año ya que si no el aceite se enrancia y pierde sus propiedades. Es de uso externo y no debéis aplicarlo sobre heridas abiertas.


Cicatriza, suaviza, desinflama, alivia picaduras de insectos, piernas cansada y es también antiséptica y fungicida pero, como todo en esta vida, utilizarlo con moderación y siempre comprobando un poco al principio que es compatible con vuestra piel.
Que lo disfrutéis!!! Saludos y buen verano.

lunes, 13 de mayo de 2013

Polvo de Salvia y Sal: cómo cuidar tus dientes...

Hace días decidí probar esta especie de dentrífico natural. En mi caso estaba predispuesta ya que hace  años que utilizo una pasta homeopática compuesta de hierbas pero que venden en farmacias. Es ligeramente salada y al principio no me gustaba mucho pero como a todo se acostumbra una ahora resulta que no soporto las pastas tradicionales y dulzonas y el ligero toque salado le da a mi boca un frescor duradero que otras pastas no consiguen. Así que cuando vi esta receta en un libro de cosmética natural pensé que podría estar bien. Sólo se necesitan dos ingredientes, Salvia y Sal marina.

La Salvia Officinalis tiene potentes propiedades medicinales y desde tiempos inmemorables a esta planta se le han dado valore tales como los de prolongar la vida y la recuperación de la memoria de las personas mayores. Frotando los dientes con sus hojas frescas sirve para limpiarlos y blanquearlos a la vez que fortifica las encías y contribuye a eliminar el mal olor de la boca.
Su nombre significa "salvar". Los romanos ya la admiraban al considerarla sagrada. Antiguamente, en infusión, se utilizaba para combatir la fiebre y aplacar el sistema nervioso. 

Esta planta puede ser ingerida por la mayoría de las personas en pequeñas cantidades sin riesgos conocidos hasta el momento, pero las mujeres embarazadas y lactantes, además de no tomarla en altas dosis, deberían consultar con su especialista sobre la conveniencia del consumo de salvia.
Por otra parte, la salvia contiene thujone, un ingrediente no recomendable para epilépticos.





2 cucharadas de hojas frescas de slvia

1 cucharadas de sal marina


Trocear las hojas de salvia y ambos en un mortero se trituran hasta hacerles polvo fino. El resultado se coloca en el horno a temperatura moderada y cuando la pasta se haya secado y espesado, se pulveriza de nuevo. Se debe guardar en un recdipiente hermético de poca altura.










Espero que os sirva para mejorar vuestra higiene bucal, yo en una semana ya he notado la mejoría... Ya me contaréis. Saludos.

sábado, 27 de abril de 2013