La Salvia Officinalis tiene potentes propiedades medicinales y desde tiempos inmemorables a esta planta se le han dado valore tales como los de prolongar la vida y la recuperación de la memoria de las personas mayores. Frotando los dientes con sus hojas frescas sirve para limpiarlos y blanquearlos a la vez que fortifica las encías y contribuye a eliminar el mal olor de la boca.
Su nombre significa "salvar". Los romanos ya la admiraban al considerarla sagrada. Antiguamente, en infusión, se utilizaba para combatir la fiebre y aplacar el sistema nervioso.
Esta planta puede ser ingerida por la mayoría de las personas en pequeñas cantidades sin riesgos conocidos hasta el momento, pero las mujeres embarazadas y lactantes, además de no tomarla en altas dosis, deberían consultar con su especialista sobre la conveniencia del consumo de salvia.
Por otra parte, la salvia contiene thujone, un ingrediente no recomendable para epilépticos.
2 cucharadas de hojas frescas de slvia
1 cucharadas de sal marina
Trocear las hojas de salvia y ambos en un mortero se trituran hasta hacerles polvo fino. El resultado se coloca en el horno a temperatura moderada y cuando la pasta se haya secado y espesado, se pulveriza de nuevo. Se debe guardar en un recdipiente hermético de poca altura.
Espero que os sirva para mejorar vuestra higiene bucal, yo en una semana ya he notado la mejoría... Ya me contaréis. Saludos.
y eso lo huso como pasta dental ¿?
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