sábado, 19 de mayo de 2012

Cuando en Marzo mayea, en Mayo marcea....

Dice un viejo refrán que cuando en Marzo mayea, en Mayo marcea....

Ya os comenté en la entrada anterior que recelaba un poco del tiempo que estaba haciendo. Demasiado calor para febrero, hubo hasta días de verano. Ahora hemos vuelto a recuperar las temperaturas propias del momento aunque, a decir verdad, está hasta invernal.

Estos días no podemos hacer mucho, la huerta trabaja sola....

De todas maneras, antes de que nos llegara la ola de frío nos dio tiempo a organizar un poco el chabolu y ponerle una "antoxana".




La verdad, que va cogiendo forma... También organizamos las semillas y herramientas de manera que no perdamos tiempo inútilmente, eso es algo que si se te va de las manos puede ser hasta pernicioso para la salud....  Bromas, bromas, bromas.....




Por el medio disfrutamos de una comida estupenda en compañía de los amigos... esenciales para la buena energía del lugar.












Las crías aprovecharon para saludar a Lluvia que está encantada de tener compañía.....









Como se nos iba echando el tiempo encima, las tomateras ya tenían un tamaño considerable y en casa de mi socio ya no había sitio para un ser viviente más, a prisa y corriendo hicimos un mini invernadero que por cierto nos lo echó abajo el viento el primer día... ahora parece un poco más resistente...


Entremedias de sol y lluvia llegó mi cumpleaños.... y me llovieron regalos para la huerta, entre ellos una desbrozadora!!! y un limonero...





Ya empiezan a tener un buen tamaño las lechuga... y las ensaladas comienzan a entrar en nuestra dieta






Los guisantes y las patatas están hermosos, no hay mejor abono que la lluvia y la luz del sol bien aprovechadas..






Como veis todo va creciendo y aumentando (el trabajo también)...

Los árboles ya se han vestido de nuevo de primavera, verde rabioso y verde de vida....  Las hojas que cayeron en otoño alimentan en primavera sus raíces y el proceso es constante, continuo e imparable... Así es la vida, puro cambio...

Sin embargo, los cambios, a veces, son difíciles de asumir. Muchas veces en el mismo lote van incluidas las pérdidas, los adioses, el dolor. Estos días la huerta ha estado un poco triste, hemos sido conscientes de lo terrible de que es perder a un ser querido, son cosas que se saben pero para las que uno nunca está preparado...  aún así, yo soy de las que piensan que aquellas personas que nos abandonan nunca dejan de existir si las tenemos presentes en nuestra memoria, si reconocemos en nosotros la parte que ellos moldearon, influyeron y transformaron... es una forma bonita y sincera de asumir el proceso de renovación de la vida.
Esta huerta es parte de ese proceso, en ella hay parte de Quique y parte mía pero también parte de todas las personas que nos rodean, amigos y familiares que nos apoyan y comparten nuestro camino. Este año, mi socio, buscará un lugar apropiado donde plantar un membrillo para que la memoria de su padre nos acompañe en nuestros trabajos, en nuestros frutos, en nuestro día a día.... y llevará su nombre:

Fabriciano Vegas Pardo